"La tortura de escribir, al fin y al cabo, es un castigo maravilloso elegido voluntariamente. Un castigo de libertad."
Alfonso Ussía

jueves, 26 de septiembre de 2013

Y... ¿por qué tú no?

Y consigues olvidarte de todo, salir a la calle e intentar conseguir la meta que te propusiste ayer en la cama, antes de cerrar los ojos; ya sabes, cuando soñabas incluso sin estar dormido. Sales con paso firme, cabeza bien alta, caminando sin ninguna duda, dispuesto a conseguir tu sueño. Pero, de repente, llegará una persona que te dirá que no merece la pena, que fallarás, que ni siquiera lo intentes. Y aunque no te lo creas, te hará mella, tu paso no será tan seguro, la cabeza bajará un poco y tu sonrisa perderá un poco de autenticidad. Pero seguirás hacia delante, sin perder de vista tu objetivo. Hasta que te encuentres con otra persona que te diga lo mismo. Y con otra. Y con otra. Y con otra. Y con muchas más que te harán incluso creer que tu sueño es estúpido y que tú lo eres más por intentarlo. No te confundas.

Ellos solo son personas frustradas y resignadas: "¿Por qué si yo tengo que aguantarme y ser uno más, el de al lado va a conseguir su sueño?". Pero se muchas se mueven por la envidia, porque ellos no tienen los mismos ojos brillantes de esperanza que tienes tú. Y eso no les gusta. Pero... ¿Por qué no vas a poder convertirte en escritor? ¿Por qué no puedes ser cantante? ¿O simplemente salir con ella?

El mundo está lleno de gente que intentará frenarte, gente que no te apoyará, gente que no quiere que cumplas tu sueño y seas feliz. Pero si hay muchas personas que han conseguido su meta... ¿por qué tú no? Por mucho que te digan, no cometas el error de que te corten las alas. Mientras tengas la vista en el cielo y un pie en el suelo, lo imposible solo cuesta un poco más. Al fin y al cabo, recuerda que los sueños son mentiras que, posiblemente, algún día serán verdad.

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