"La tortura de escribir, al fin y al cabo, es un castigo maravilloso elegido voluntariamente. Un castigo de libertad."
Alfonso Ussía

martes, 24 de septiembre de 2013

Cuídala, por favor.

Acabáis de empezar y todo es perfecto, os tenéis el uno al otro ¿Para qué más? Vivís en una sensación de felicidad eterna, o que al menos lo parece. Borrachos de amor, embriagados del aroma más delicioso. Pero va a llegar un momento en el que todo vaya bajando y volveréis a una época más normal. Pero no pienses que esto es el fin, ni mucho menos; escribir una rutina juntos es la cosa más preciosa que existe en el mundo, porque empezarán los problemas y veréis que sois capaces de superarlos y seguir siendo felices. Pero te tengo que avisar, aunque probablemente ya lo sepas, que va a costar. Y si estás seguro de querer continuar esta aventura, permíteme darte unos consejos.

Haz que se sienta protegida,  que sepa que puede contar contigo para todo. Dale la mano, abrázala fuerte, deja que llore en tu hombro, dale un beso en la frente. Consigue que recupere esa sonrisa que te ha enamorado y que consigue que le brillen los ojos. Si necesita espacio y tiempo respétalo y, por mucho que duela cada segundo que pasa, espérala y está con ella cuando lo necesite. Escúchala. Da igual lo que diga, escúchala y presta atención. Aguanta sus ralladas y, si hace falta, sé fuerte por los dos. Prepárale pequeños detalles, recuerda que la felicidad reside en las pequeñas cosas. Dile lo guapa que está hoy, lo guapa que estuvo ayer y lo guapa que, probablemente, estará mañana. Apréndete las canciones que son importantes para ella y consigue una que sea vuestra y solo vuestra y cuando estéis solos ponla e invítala a bailar. Si le ha ido mal en clase o ha suspendido, cambia de tema. Procura dar más que recibir e intenta hacerla, al menos, tan feliz como ella te lo hace a ti. Sé que no soy nadie para decirte esto, pero sí que hay una cosa que te pido con toda mi alma...

Cuídala, por favor.

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