"La tortura de escribir, al fin y al cabo, es un castigo maravilloso elegido voluntariamente. Un castigo de libertad."
Alfonso Ussía

jueves, 6 de febrero de 2014

Es mucho más de lo que se podría contar en estas palabras.

Hoy os voy a contar una pequeña historia. Ya sabéis, estas historias que jamás saldrán en las noticias, ni en un periódico, pero que llenan páginas y páginas de algún corazón. Es la historia de una mujer, pero empieza un poco tarde, hará unos diecisiete años, porque carezco de datos para contar lo que pasó hasta entonces. Empieza con una mano que de un pequeñín que agarra un dedo, una mujer que le lleva en brazos y le coge de sus manitas cuando empieza a andar. Una historia curiosa que, por mucho que he buscado, no he visto en ningún otro sitio, quizás porque es mágica y la magia existe de tantas maneras distintas que nunca suele repetirse.

Esa mujer y ese bebé van creciendo juntos, siempre uno al lado del otro. Es una vida llena de comidas los domingos, risas por chistes absurdos y concursos de cocina. Compartían mucho, incluso más que de lo que pensaban. Todas esas pequeñas pasiones, sus historias plasmadas en folios guardados como oro en paño, sus meriendas de cafés y dulces por Bilbao, sus pequeñas aventuras entre los fogones... Es mucho más de lo que se podría contar en estas palabras. Pero bueno, vamos a lo importante.

Esa mujer... Es posiblemente la mujer más fuerte que podríais conocer. No sabéis por todo lo que ha pasado y aún con una sonrisa. Siempre apoyando, siempre. Para lo que haga falta, ahí está. Y pasar el tiempo con ella, simplemente conversando... Es magia. Tenerla a tu lado es una garantía de que vas a ser feliz. Quizás ella sea una de las razones por las que escribo, es mi crítica principal y sus palabras me llenan.

Que no sabéis la suerte que tengo de que sea mi tía, de probar todos sus platos de cocina, de poder tomarme un café a su lado, de tener el honor de llamarla madrina y de guardar en mi cajón la bufanda tejida por ella. Y que hoy es su día. Es irónico que ella solo tenga un día especial al año, se merece miles... Pero cuando una persona especial cumple años, hay que hacer que el día sea perfecto... Y aunque esto es solo un detallito, yo aporto mi granito de arena. Feliz cumpleaños tía. Muchas gracias por los diecisiete años que llevamos juntos... y por todos los que nos quedan. Te quiero mucho.