"La tortura de escribir, al fin y al cabo, es un castigo maravilloso elegido voluntariamente. Un castigo de libertad."
Alfonso Ussía

domingo, 27 de octubre de 2013

Ídolos.

Hace un tiempo, seguramente desde verano, que me he dado cuenta de lo importante que se ha vuelto la palabra ídolo en la sociedad. Twitter se llena de cuentas hechas para apoyar al famoso con ese rol. Pero ¿Qué buscamos en ellos?

Nos basta con ver como son artísticamente hablando. Si cantan bien, si bailan bien, si actúan bien... O, la mayoría de las veces, solo nos fijamos si son guapos o guapas. Y casi seguro que tú tienes un ídolo. Y seguro que se cumple con uno o varios de las condiciones dichas anteriormente.

También hay que decir que la palabra ídolo reúne muchas definiciones hoy en día. Desde ser muy fan de un cantante, hasta convertirlo en tu Dios, en el centro de tu vida. Si tu ídolo sonríe, tú sonríes y si tu ídolo llora, tú lloras. Es tu ejemplo a seguir, lo que esperas a ser. Y es perfecto y no tiene ningún defecto. Todo lo que haga está bien. Todo vale.

Espero que hayas visto el problema de esta manera de pensar. Mucha gente siguiendo y haciendo lo que una persona dicta. Solo porque canta bien, actúa de cine y es despampanante. Esto no puede acabar bien y claros ejemplos hemos visto en la sociedad.

Lo primero que yo tengo que decir es que hasta hace poco yo tenía a una cantante a la que denominaba Ídolo. Y no me malinterpretéis, ahora sigo siendo un gran fan de ella y me encanta. Pero ya no la denomino ídolo.

Yo no creo en la necesidad de haber ídolos, solo creo que deberíamos tener personas que sean ejemplos a seguir, pero juzgando antes si lo que hace te parece correcto. Nadie es perfecto. Tenlo en cuenta.

Y tus ejemplos a seguir pueden ser de distintos tipos: un famoso, un amigo adulto, un profesor... Pero en mi opinión, teniendo en cuenta cómo es como persona. Cantar, bailar, actuar, ser guapo, escribir... Hacer todo eso bien no condiciona ser buena persona. Es más, creo que andamos faltos de modelos adecuados en la sociedad ahora. Pero creo que somos capaces de distinguirlos.

Además estoy seguro de que ya has pensado en alguno mientras leías esto. Yo he pensado en varios y de diversos tipos: algún famoso, algún profesor, un amigo adulto, varios monitores de grupos...

No lo des todo por una persona que no te conoce olvidándo a todas las personas que tienes alrededor. Ten en cuenta lo que tienes y quien tienes. Seguro que son los que te ayudarán a crecer.

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